Aunque los mandalas budistas tibetanos para colorear están muy de moda, su uso va mucho más alla de esto. Tienen un efecto sobre quienes los utilizan que merece la pena destacar. Incluso algunos expertos en salud mental recomienda el uso de mandalas para pintar en alguna terapias. Y es que no hay más que coger unos lápices de colores y empezar a rellenar las figuras que hay en ellos para sentir una paz interior inmensa.
El uso de mandalas ayuda a reducir los niveles de estrés, la angustia, la ansiedad y algunos estados de depresión. También es bueno para ayudar a conciliar el sueño, descansar mejor y ser más paciente. Mejora la memoria y la autoestima, potencia la concentración e incluso nos hace pensar de forma diferente, encontrado de forma más rápida y sencilla la solución a los problemas. Casi nada...
¿Cómo es posible que pintar mandalas tibetanos consiga unos efectos así de completos? Porque cuando pintamos, todo nuestro cerebro está en funcionamiento. Los dos hemisferios se activan y estamos en mejores condiciones de explotar nuestro potencial. El uso del color y las formas, hace que el incosciente funcione mucho más deprisa, ayudando a la mente a reaccionar a una velocidad y con una precisión sensacionales.
Haz la prueba. Si tienes algún problema de concentración o te cuesta dormir, coge unos cuantos mandalas, los colores que prefieras y dedica unos minutos al día a pintar. Verás cómo tu mente se concetra mejor poco a poco, no sólo en los mandalas, sino en el resto de actividades cotidianas. Tu sueño será más profundo y reparador. Además, cuando termines de pintarlo, puedes usarlo para hacer un regalo o decorar tu cuarto.
¡Ponte manos a la obra y disfruta! ¡Nunca volverse más listo, más tranquilo, más paciente y más inteligente fue tan fácil!!
Gentileza de: DEBUDA, Tienda on-line de decoración ZEN
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